Muchos de ustedes tal vez recuerden la historia de los ratoncitos “Oli” y “Corri” en la fábula “Quien se ha llevado mi Queso?

Comienzo esta reflexión refiriéndome a las enseñanzas que me dejo este libro porque me recuerda mucho lo que está ocurriendo en el mercado inmobiliario del Sur de la Florida. El “queso” es una metáfora de lo que uno quiere en la vida, ya sea un trabajo, un negocio, una relación amorosa, etc.   A los efectos de este artículo me refiero al “queso” como a las oportunidades de Inversión disponibles hoy en día.

Hay muchos que han encontrado su porción del “queso” invirtiendo en esta muy apetecible “Capital de las Américas”. Y así son felices porque compraron en el pasado a muy buenos precios y tienen la falsa creencia que van a seguir encontrando el “queso” de la misma manera que lo hicieron hace dos o tres años atrás. Pero cuidado, las cosas están cambiando muy rápido, el “queso” ya no se halla donde solíamos encontrarlo y lo que resulta más preocupante, es que si no se actúa con prudencia veremos nuevamente como los ahorros de muchos inversionistas quedarán disipados en una nueva y muy predecible crisis inmobiliaria.

Aún quedan los escombros del último ciclo de auge y desplome que encontró su peor momento en los años 2007 y 2008. Muchas fortunas se perdieron, muchos fueron los proyectos inconclusos pero muy poca es la memoria que queda de todo esto. Hoy por hoy desfilan por las grandes ciudades de nuestros países agentes inmobiliarios persiguiendo y tratando de seducir a compradores con una promesa de inversión donde la publicidad muy bien estudiada y el uso abusivo de la imagen de una ciudad pujante y cosmopolita, conforman todo un coctel que busca arrancar de los inocentes compradores los pocos dólares que aún le quedan.

Nuevamente urbanizadores excesivamente confiados se están apresurando a levantar rascacielos de condominios en un mercado estimulado por inversionistas foráneos muy mal informados. Son más de 172 los nuevos proyectos en trámite de permisos de obra o que ya iniciaron su construcción en Miami-Dade y Broward. Esto representa no menos de 62,000 nuevas unidades que inundarán el mercado los próximos 36 meses, y lo más resaltante: Un 90% de los compradores son inversionistas que “No van a vivir en ellos, o que no tienen dinero para completar el cierre o creen que pueden ceder el contrato en el camino y ganarse una fortuna …”

No hay ninguna duda que estos números anuncian una nueva tormenta. Claro que esta vez el sacudón que se avecina no será en todos los estratos del mercado tal como ocurrió en la última crisis inmobiliaria, sino que será más bien un ajuste de precios puntual en los condominios de lujo debido a una excesiva oferta que no va a encontrar mercado secundario para ser canalizada de manera fácil y oportuna.

Pero como toda moneda tiene dos caras, allá afuera están también aquellos Inversionistas y fondos de inversión con grandes capitales y que ciertamente conocen muy bien este negocio, dispuestos a servir de banca privada prestando dinero a una tasa superior al 10% de interés anual a aquellos que no logren completar el dinero para el cierre o no consigan financiamiento con la banca comercial, y en el mejor de los casos, hacerse de estos condominios de lujo al 50% de su valor, tal como ocurrió en la última recesión inmobiliaria.

En el negocio de los bienes raíces el cambio difícilmente nos toma por sorpresa si estamos atentos a que éste se produce de forma gradual y es muy predecible. Como dirían mis amigos los ratones del cuento: “Huele el queso a menudo para saber cuándo empieza a enmohecerse”. En este campo es natural que se produzcan cambios constantes, tanto si uno los espera como si no. Los ciclos de recuperación y recesión se han venido cumpliendo inexorablemente cada 9 a 11 años durante los últimos 100 años, y seguirá siendo así.

Pero no me mal entienda en algo muy importante: Si su intención es VIVIR su nuevo condominio en Brickell, Miami Beach o el Downtown, bienvenido a esta tierra bendecida por Dios. Existen en este momento hermosos proyectos en pre construcción que valen la pena vivirlos y disfrutarlos al máximo. Usted se lo merece. Pero si su ánimo es revenderlos antes del cierre o especular con ellos creyendo que se va a ganar más de un 30%, le deseo realmente mucha suerte. Por favor no especule en este mercado porque se le pueden quemar las manos.

¿Y entonces a donde se movió el queso? Dónde lo podemos encontrar si nuestra intención es seguir invirtiendo. Eso será un tema que trataremos en una próxima entrega. Reconocer el cambio a tiempo es liberarse del pasado y adaptarse rápidamente al futuro. No hagamos lo que hace la mayoría. Ellos no están necesariamente en el camino correcto.

¡Saborea la aventura y muévete cuando se mueva el queso!

José Luis Cortesi

Real Estate Broker

y Community Association Manager

Licenciado en el Estado de la Florida

josecortesi@mybluestar.us