Estimado Viajero de la Vida

Recuerdo aquellos días de mi niñez cuando observaba a mi papa armar con sumo cuidado la trampa de ratones para atrapar a algún travieso roedor que se había colado entre los enseres y los espacios de la cocina.  Solía reprochar a mi padre cuando lo veía colocar en la trampa un buen trozo de aquel queso Pecorino italiano tan costoso. Con mucha sabiduría me decía: “Hijo, los ratones son por lo general muy astutos e inteligentes, pero difícilmente pueden resistir la tentación de un buen queso maduro y oloroso”.  

He conocido a muchos que han quedado con las narices atrapadas y los bolsillos vacíos, la mayoría  prefirieron tomar una decisión de inversión con el corazón y no con la razón, y en su candidez nunca se pasearon por la idea de que en los Estados Unidos de América los errores se pagan muy caro y por lo general no hay segundas oportunidades.  

Pero también puedo dar fe de cientos de historias exitosas, de inversionistas e inmigrantes que al llegar al Sur de la Florida han sabido hacer bien las cosas, multiplicando sus capitales, sembrando prósperos negocios, generando empleos, realizando  inversiones apropiadas y por sobre todo poniendo en buen resguardo a su familia con el tema migratorio. La diferencia entre unos y otros no se encuentra precisamente en la cantidad de arduo trabajo, constancia o dedicación que le han impreso a su ministerio, sino en la correcta aplicación de un procedimiento que se resume en dos simples palabras: “DUE DILIGENCE” y que en español podríamos traducir como “Periodo de Inspección” o “Estudio de Factibilidad”.  

Este procedimiento consiste en la ejecución o implementación de todos los pasos requeridos o necesarios tendientes a la correcta evaluación y verificación del negocio que se propone, cualquiera que sea, y debe ser realizado por un equipo de profesionales entre los cuales debe incluirse a un abogado, un contador certificado, un consultor inmobiliario con suficientes credenciales y en muchos casos un investigador privado. No escatime en el pago de estos servicios y no se confíe únicamente en la información que le ofrece el vendedor o proponente del negocio.  No se deje presionar, tómese su tiempo, exija entre 60 a 90 días para cumplir con todos los pasos del “Due Diligence” y manténgase siempre en control del proceso.

No se deje impresionar por un bonito discurso, oficinas de lujo o costosas atenciones. La mayoría de las veces quien le ofrece un negocio o inversión posee intereses muy diversos a los suyos.  Recuerde que el queso suele asumir formas y contener aromas muy sutiles y variados. Saque bien sus cuentas, implemente el esquema del “Due Diligence” y trabaje con base en un plan de negocios a corto, mediano y largo plazo.

Además de examinar la propuesta de inversión, investigue y sondee de igual forma a quien o quienes le ofrecen participar en el negocio. Son muchos los recursos disponibles que nos permiten verificar las credenciales y trayectoria de una persona. La mayoría de los fraudes se pueden detectar a tiempo con una simple indagación que se haga al oferente antes que al negocio mismo.

Recomiendo siempre considerar las siguientes premisas:

a) Nadie vende la gallina de los huevos de oro.

b) Por lo menos un 70% de los negocios que se ofrecen a la venta en la Florida presentan problemas financieros o están descapitalizados.  Saque provecho de esta circunstancia en la negociación del precio y condiciones de pago.

c) Adquirir un negocio sólo por la presión de contar con los “papeles” o la “visa” no es una buena idea, a la final puede perder el negocio y también la visa.

d) Analice muy bien el tema de la inversión en pre-construcciones para entregas a largo plazo.

e) No crea nunca el cuento de que las propiedades se revalorizan un 20% anual y de manera constante e indefinida.

f)  Invierta en propiedades con inquilinos que generan un rendimiento de por lo menos un 6% anual y verifique que se encuentren en buenas condiciones.

g) Y lo más importante, invierta siempre en un negocio que controle, entienda y por sobre todo le guste. Su negocio debe ser su pasión, su complemento de vida y nunca un requisito de permanencia en un país.

Sin los debidos análisis financieros, estudios y verificaciones, las posibilidades de éxito de una inversión o negocio son muy escasas. Le puedo asegurar que en este gran país no existen los milagros y mucho menos el “como vaya viniendo, vamos viendo”.

Los Estados Unidos de América siempre ha sido y será una tierra de promesas y oportunidades, donde se premia el trabajo honesto y se da la bienvenida a la inversión extranjera y la inmigración dentro del marco de la ley. Es un país que reconoce en cada uno de nosotros el sagrado derecho que tenemos de forjarnos un mejor futuro. Es un país donde es igual de fácil triunfar que fracasar, todo depende del camino que se siga.

Recuerde que perder dinero no es hacer un buen negocio. Si te comportas como un ratón, de seguro abra un rico queso y una trampa esperando por ti.

José Luis Cortesi

Real Estate Broker & Community Association Manager

Licenciado en el Estado de la Florida

josecortesi@mybluestar.us